Colombia volvió a vivir un día intenso de protestas en contra del gobierno de Iván Duque, en el que Tuluá fue protagonista por los fuertes enfrentamientos entre la fuerza pública y grupos de protestantes, que generó un caos urbano, donde resultó muerto el joven Camilo Arango a causa de la represión policial.

En el marco de la jornada de protestas en Tuluá, departamento del Valle del Cauca, se reportó un incendio en el Palacio de Justicia del municipio en horas de la noche.

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Según la información de la policía, el incendio arrasó buena parte de las instalaciones del Palacio de Justicia, afectando parte del tejado y el segundo piso de la institución de esta ciudad al norte de Cali.

“Ataques como los de esta noche en Tuluá dejan de ser vandálicos y se convierten en actos terroristas. La protesta pacífica es legítima, la violencia es delito”, dijo el ministro de Justicia colombiano, Wilson Ruiz.

Asimismo, se registró un ataque contra la sede la de Fiscalía en Tuluá. Sin embargo, no pasó a mayores.

‘¿Quiénes se benefician quemando el Palacio de Justicia en Tuluá? Con seguridad los manifestantes no. Dejen de mentirle al país y dejen de buscar pretextos para justificar la violencia y represión’, dijo la senadora Griselda Lobos de Comunes.

Cali y la región del Valle del Cauca y el vecino Cauca han sido el foco de las protestas y movilizaciones sociales contra el presidente Iván Duque, que han dejado al menos 43 muertos y cientos de desaparecidos.

De igual manera, durante la noche del martes en Bogotá fue escenario de nuevos episodios de represión por parte del Escuadrón Antidisturbio (Esmad) y la policía contra los manifestantes.

Sergio Marín, representante a la Cámara del Congreso, denunció que la policía lanzó gases en un barrio residencial donde había niños y adultos mayores.

Por su parte, el Comité Nacional de Paro señaló al presidente Iván Duque de demorar las negociaciones para buscar respuestas ante el descontento social.