Antiguamente, los pueblos indígenas utilizaban la naturaleza –y no los químicos– para lograr una piel brillante, crear bloqueadores solares y tratar problemas dermatológicos como el acné, las cicatrices y las manchas.

Sus tratamientos incluían masajes en la cara con polvos de perlas reales, baños de lodos y aplicación de aceite hecho con gardenias.

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A continuación algunos trucos:

  • El té verde tiene beneficios para la piel, pues mejora su aspecto, elimina las toxinas, cura manchas y cicatrices y reduce la inflamación.
  • El Temazcal es una combinación de cantos mesoamericanos, meditación y piedras calientes empapadas en agua que, a su vez, tiene infusiones de hierbas. Todo esto para crear un vapor aromático y curativo.
  • Se dice que cuando el polvo de perlas se aplica en la cara fomenta el brillo, la exfoliación y previene las arrugas.
  • El lodo, que suaviza y exfolia la piel, nació de la mezcla entre la ceniza del suelo con aguas minerales y tibias que burbujeaban en los manantiales.