En 2020, pese a que más de 160 países cerraron sus fronteras por la pandemia del Covid-19, las guerras, violencia, persecución y violación de los derechos humanos hicieron que 3 millones de personas huyeran de sus hogares en busca de un lugar más seguro, reportó la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en su último informe anual sobre tendencias globales, publicado este viernes en Ginebra, Suiza.
El número de personas que han huido de conflictos llegó el año pasado a casi los 82,4 millones, lo que significa un aumento del 4% sobre la cifra récord de 79,5 millones alcanzada al final de 2019, de acuerdo con un comunicado de la ACNUR.
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En la actualidad, 1% de la humanidad está desplazada y hay el doble de “personas desarraigadas” que hace 10 años, cuando el número total rondaba los 40 millones, advirtió la ACNUR.
Por esa razón, la Agencia de la ONU para los Refugiados urgió a los líderes mundiales “a intensificar sus esfuerzos para fortalecer la paz, la estabilidad y la cooperación con el fin de frenar y empezar a revertir la tendencia de casi una década de aumento de los desplazamientos a causa de la violencia y la persecución”.
Filippo Grandi, el alto comisionado de la ONU para los refugiados, explicó que los conflictos y el impacto del cambio climático en lugares como Mozambique, la región etíope de Tigray y la zona del Sahel, en África, fueron algunos de los focos de los nuevos movimientos de refugiados y desplazados internos en 2020. Éstos sumaron cientos de miles de personas más a un conteo que, durante años, ha estado dominado por los millones que huyeron de países como Siria y Afganistán debido a las prolongadas guerras y combates.
“El Covid-19 parece no haber tenido impacto alguno en algunas de las causas fundamentales que empujan a la gente a huir”, agregó.
“La tragedia de tantos niños y niñas nacidos en el exilio debería ser razón suficiente para maximizar los esfuerzos para prevenir y acabar con los conflictos y la violencia”, sostuvo Grandi. La reubicación de refugiados también registró una bajada drástica. Sólo 34 mil 400 refugiados fueron reinstalados el año pasado, un nivel mínimo en 20 años, a causa del número limitado de plazas y de la pandemia, según la ACNUR.
Grandi reconoció la posibilidad de que muchos desplazados internos que no han podido abandonar sus países quieran huir al extranjero una vez que empiecen a abrirse las fronteras. Con información de El Universal.