En Ibiza, paradisiáco destino en España, funcionarios intentan reclutar a extranjeros, para que funjan como “detectives” en las concentraciones ilegales.
Se espera que se infiltren en fiestas u otros espacios que violen las regulaciones locales sobre el coronavirus y señalarlos a las autoridades.
“The Guardian” recuerda que “con la mayoría de los clubes nocturnos cerrados, excepto aquellos que pueden realizar eventos al aire libre donde los clientes están sentados en todo momento, y las reuniones en restaurantes y bares que se limitan a grupos pequeños, los funcionarios han culpado a las fiestas ilegales por el aumento en los casos de Covid-19”.
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Las fiestas “no son sólo un tema relacionado con el orden público, como siempre lo han sido, sino que ahora suponen un riesgo evidente para la salud de las personas”, dijo Mariano Juan, policía local al Diario de Ibiza.
“La propia policía dice que es difícil para ellos infiltrarse, como los conocen los lugareños. Así que tenemos que buscar ayuda en el exterior”, declaró.
Sobre el grupo que intentan formar, indicó que “no es fácil ya que el perfil que buscamos son extranjeros entre 30 y 40 años, pero llevamos dos semanas trabajando en él”.
Con información de El Universal