Ken Salazar juró este jueves como nuevo embajador de Estados Unidos en México ante la vicepresidenta Kamala Harris, en una breve ceremonia. Se prevé que llegue a nuestro país en las próximas semanas.
El evento, realizado en la Oficina Ceremonial de la Vicepresidenta, en el Edificio Eisenhower, ubicado al oeste de la Casa Blanca, comenzó a las 15:15 hora local y duró menos de dos minutos. No hubo comentarios ni de parte de Salazar ni de Harris.
Lea también: Firman acuerdos con EU para valer derechos de trabajador mexicano
Salazar entró con su característico sombrero, que se quitó y depositó en una silla para jurar el cargo. En la muñeca llevaba una banda amarilla, lo que significa que se sometió a una prueba de Covid antes del evento.
Peter Velz, director de operaciones de prensa de Harris tuiteó una foto del momento en el que Salazar jura el cargo, poniendo su mano en la Biblia, que fue sostenida por Stephanie Valencia, quien fuera secretaria de prensa de Salazar cuando era senador por Colorado.
Sin quitarse el cubrebocas, Harris tomó juramento al nuevo embajador. “Yo, Ken Salazar, juro solemnemente que apoyaré y defenderé la Constitución de Estados Unidos contra todos los enemigos extranjeros y domésticos, que tendré fe verdadera y me apegaré a la misma, que asumo esta obligación libremente, sin reservas mentales ni propósito de evasión, que cumpliré bien y fielmente los deberes del cargo que estoy por asumir, así que Dios me ayude”.
Salazar, quien ya el 26 de agosto había presentado juramento administrativo ante el Departamento de Estado, recibió el aplauso de los presentes, y Harris lo abrazó. “¡Felicitaciones!” le dijo la vicepresidenta.
Durante su audiencia de confirmación ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Salazar aseguró que el futuro de Estados Unidos y México “están indisolublemente unidos”.
Quien fuera secretario del Interior en la administración de Barack Obama se comprometió a abordar las “causas de raíz” del tema migratorio y trabajar codo a codo con el gobierno mexicano.
Sobre seguridad, señaló que se trata de una “responsabilidad compartida”. Y sobre el tema de las disputas con México ligadas al T-MEC indicó: “Creo que lo que debemos hacer es poner sobre la mesa estos problemas y asegurarnos de que estamos protegiendo las inversiones estadounidenses en México”.
Al mismo tiempo, lanzó una promesa: no permitir que la relación binacional “caiga en el abismo de la disfunción”. Con información de El Universal.