Al cumplirse siete años de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador no emitió algún pronunciamiento sobre el tema y tuvo actividades privadas.

El pasado viernes, el Jefe del Ejecutivo federal encabezó una reunión de trabajo en Palacio Nacional con padres y familiares de los estudiantes desaparecidos el  26 de septiembre de 2014.

También estuvieron presentes el titular de la FGR, Alejandro Gertz Manero, y el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, quien encabeza la Comisión Presidencial del caso Ayotzinapa,  para  informar sobre el avance de las investigaciones.

Al salir del encuentro los padres de los normalistas demandaron al Presidente que la FGR acelere las investigaciones, pero sobre todo, que se profundice la indagatoria sobre la posible participación de elementos del Ejército, en específico del 27 Batallón de Infantería con sede en Iguala, Guerrero, donde —de acuerdo con testimonios— fueron llevados unos 25 estudiantes.

Los familiares de las víctimas pidieron al Titular del Ejecutivo federal seguir esa línea de investigación porque hay testimonios, ratificados ante las instancias judiciales, de que 25 normalistas fueron llevados a las instalaciones militares de Iguala.

Sin embargo, el mandatario no se ha pronunció sobre dicho encuentro. Ese mismo viernes,  Encinas Rodríguez y el fiscal Especial del caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo, dieron a conocer los avances de las investigaciones en una conferencia de prensa en la Secretaría de Gobernación.

Atiende agenda privada.   El sábado pasado, el presidente López Obrador visitó la refinería de Cadereyta, Nuevo León, en una gira de trabajo para supervisar el sistema nacional de refinación.

Ayer, el Mandatario federal estuvo en la refinería Lázaro Cárdenas de Minatitlán, Veracruz, donde supervisó los trabajos de rehabilitación luego del incendio del  pasado 7 de abril. Por la tarde supervisó el avance en la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas en Paraíso, Tabasco.

López Obrador insistió que con la modernización del Sistema Nacional de Refinación y sin corrupción, no sólo se logrará la autosuficiencia, sino además mantener bajos los precios de las gasolinas y no habrá nunca más “gasolinazos”.

Además de que “con la nueva refinería de Dos Bocas y con la que estamos comprando a Shell en Texas [Deer Park], y con una coquizadora en Tula [Hidalgo], vamos a ser autosuficientes, ya no vamos a comprar las gasolinas, el diesel, en el extranjero, vamos a producir en México todo lo que necesitamos”, señaló. Con información de El Universal.