Con motivo de la 26 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), celebrado en Glaslow, Escocia, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se reunieron en el “Seminario Permanente Ciudades Sostenibles ante el Cambio Climático” para reflexionar sobre los efectos del deterioro ambiental que México atravesaría a finales del siglo, escenario en que nuestra región podría alcanzar un nivel de calor de hasta 7 grados centígrados.
De acuerdo con la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU), el COP26 fue firmado por 196 países, entre ellos nuestro país, y entró en vigor el pasado 4 de noviembre, con el objetivo de contrarrestar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para evitar el calentamiento mundial.
Lea también: Prometen transparencia y efectividad en presidencia de México en la ONU
“Si para 2030 no se logran compromisos a nivel global para la reducción del CO?, en el caso de México el panorama será dramático porque podría aumentar hasta siete grados la temperatura al finalizar el siglo”, alertó Ruth Cerezo-Mota, del Instituto de Ingeniería (IIUNAM).
El impacto de las actividades humanas, como la ganadería intensiva, fábricas industriales, combustibles fósiles y el uso de las energías no renovables, han provocado el incremento de la temperatura global, esta problemática puede elevar -además- los riesgos por desastres naturales.
La directora del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), María Amparo Martínez Arroyo comentó que en México se espera un daño anual de siete mil millones de dólares por inundaciones fluviales, mientras que San Luis Potosí, Veracruz y Tamaulipas serán los estados en riesgo de correr mayor peligro.
De acuerdo con el Centro de Investigación en Política Pública de México (IMCO) debido a sus características geográficas, nuestro país es altamente vulnerable a los efectos hidrometeorológicos como las sequías, tormentas, inundaciones, granizo, entre otros.
“México es un país de costas y es un hecho que seguirá aumentando el nivel del mar. Aunque es inevitable, la diferencia es qué tanto. Si hacemos algo tendríamos un aumento en el nivel del mar de hasta 50 centímetros para finales de este siglo, si nos vamos al escenario de mayor cantidad de emisiones, sería hasta de un metro 50 en promedio para el 2100”, apuntó Cerezo Mota, quien participó en la elaboración del último reporte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Las investigadoras de la UNAM concordaron en que los efectos del cambio climático durarán por varias décadas, por lo que reflejaron la necesidad de identificar las vulnerabilidades de cada localidad especifica, ya que no se podrá parar el avance de estas crisis civilizadoras.
“Desafortunadamente, en cualquiera de los escenarios para el 2030 estaremos alcanzando los 1,5 °C, la diferencia es si empezamos a bajar gradualmente la temperatura, pero el escenario medio y de alto riesgo implicaría aumentos de 4 °C de temperatura media global, que para México implica un aumento de hasta 7 °C por arriba de la media y eso implica poner en riesgo la salud de la gente, pérdida de cultivos, pérdida de ganado, etcétera”, destacó Ruth Cerezo, experta en cambio climático.
La académica añadió que México firmó diversos acuerdos climáticos, por lo que era necesario transitar hacia el uso de las energías renovables, como la solar, eólica y nuevas fuentes energéticas y evitar el transporte personal y público que usara combustibles fósiles.
Riesgo en las urbes
En el programa de acción climática de la Ciudad de México (2021-2030), impulsado por el gobierno capitalino, se identificó que la CDMX atraviesa un aumento en la temperatura ambiente, además de cambios en sus patrones de lluvia, ya que se presentan fuera de las temporadas consideradas como típicas.
La científica María Martínez, en la charla titulada “Política climática en México: Avances y retos en las ciudades”, destacó que las urbes ocupan menos de 2% de la superficie del planeta y albergan más de 50% de la población mundial; y consumen cerca de 78% de la energía mundial.
En este contexto, la estudiosa indicó que se espera que para las próximas tres décadas al menos 70 millones de personas migren a las ciudades por la demanda de servicios de agua, transporte, energía y desigualdad social.
Durante 2019 -agregó Martínez Arroyo- en México se emitieron 736 mil 63 millones de toneladas de CO?, y las estimaciones de carbono negro ascendieron a 65 mil 582 toneladas. Esto ha posicionado al territorio mexicano en el lugar 14 de los países con mayores emisiones de gases de efecto invernadero.