Se cumplen 40 años desde que se diagnosticaron los primeros pacientes infectados por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Hasta ahora, la comunidad científica no ha logrado encontrar un tratamiento eficaz contra esta enfermedad debido a su complejidad. Luego de años de investigación, el estudio ” ofrece la alternativa terapéutica más confiable, hasta ahora diseñada, pues estudia la eficacia de tres tipos de vacunas que, tentativamente, erradicarían al padecimiento para el 2030.
El VIH es una epidemia que ha cobrado la vida de más 35 millones de personas alrededor del mundo y para la ciencia ha sido complicado encontrar una cura. Desarrollar la vacuna es una tarea pendiente, así como una preocupación para los países con bajos recursos, ya que son las poblaciones más afectadas por el virus.
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Aunque a diferencia de la pandemia del Covid-19, ésta no nos ha obligado a ocultarnos dentro de nuestras casas para evitar su propagación, pero se mantuvo entre nosotros silenciosamente, hasta el punto de volverse endémica.
Desde 1998, cada primero de diciembre se conmemora el Día de la Lucha Mundial contra el Sida. Esta es la primera fecha que la Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso para reflexionar sobre el impacto de una enfermedad, con el objetivo de concientizar a la población sobre la gravedad del VIH. En esta fecha se recuerda a las personas fallecidas por dicha dolencia, de acuerdo con “ONUSIDA”.
México y el VIH
El primer caso de VIH en México se diagnosticó en el Instituto Nacional de la Nutrición en 1983, y para el primero de enero de 1988 ya se habían acumulado 127 enfermos en la institución. Los ensayos clínicos informaron que la edad promedio era de 33 años, de acuerdo con el documento “Los primeros cinco años de la epidemia de sida en México”.
¿Qué es el VIH y cómo se propaga?
Se trata de un retrovirus, un virus con ARN que afecta a la persona con la que entra en contacto al replicarse de forma inmediata e impacta en su sistema inmunológico, que está encargado de protegernos de bacterias y patógenos dañinos.
Cuando el paciente se infecta, el VIH encuentra a las células “Diana”, multiplicándose en la sangre y en el resto de las células.
Por ello, se esparce en todo el cuerpo y elimina las defensas del sistema inmunitario. Esta enfermedad puede avanzar hasta la tercera fase dónde se convierte en sida.
Con información de El Universal