Fue a inicios de noviembre del 2021, cuando Rusia informó sobre la creación de una nueva versión de Sputnik V contra el Covid-19, se trataba de Sputnik M, un biológico pensado y rediseñado para aplicar a adolescentes de entre 12 y 17 años.
El Centro de Investigación Gamaleya, fabricante de este inoculo, sugiere que la administración de esta fórmula es tan eficaz contra ómicron, como lo es su versión original, por lo que se encuentra en negociaciones con diversos países del mundo para su comercialización, lo que la convertiría en una de las primeras vacunas en ser suministradas en este sector de la población.
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Esta vacuna, -registrada por primera vez en agosto de 2021- al igual que Sputnik V está compuesta por dos dosis de adenovirus humano recombinante; rAd26 y rAd5, pero en cantidades más pequeñas. Desde finales de enero de este año, el antígeno fue probado en jóvenes moscovitas, a través de 13 clínicas de los alrededores de Moscú, los Montes Urales y Siberia. Al momento en que los científicos adaptaron la versión original del biológico, beta era la variante dominante en la región, por lo que fue planeada para combatir este linaje, en búsqueda de fortalecer la respuesta inmune de infancias y adolescencias.
De acuerdo con “Precision Vaccinations”, Gam-COVID-vac M, como también es denominada, es producida con las células HEK 293, localizadas en los riñones de embrión humano, ya que son muy sencillas de cultivar y se prestan, además, al proceso de transfección; cuando material genético que no pertenece al ser humano es introducido celularmente.
Este inoculo contiene una dosis menor que Sputnik V, 10¹¹ vp por 0,5 mL/dosis para inyección intramuscular, pues ha sido diseñada específicamente para adolescentes, que por su corta edad, cuentan con un sistema inmunitario, relativamente, nuevo y en ciernes de desarrollo, por lo que una dosis mayor podría alterar la evolución natural de este.
Según el instituto estatal ruso Gamaleya, las vacunas basadas en adenovirus cuentan con una ventaja, por encima de las de metodología ARN mensajero (ARNm) como la de Pfizer y Moderna, ya que vectores basados en adenovirus facilita y agiliza la creación de nuevas vacunas al modificar el vector portador inicial con material genético de nuevos virus emergentes, por ello es más fácil adaptarlas ya no sólo a la aplicación de otros grupos poblacionales, sino a la probable emergencia de variantes de la enfermedad, como ya se ha visto.
Con información de El Universal