Sentado en la casa de un pariente en Juárez, Napoleón Sepúlveda habla sobre por qué su hijo decidió intentar cruzar a los EE. UU. a fines del mes pasado.
“Su deseo era ir al otro lado para progresar un poco. Vivimos en una pequeña comunidad ganadera donde casi no hay trabajo. Acababa de juntarse con su esposa. No tenía casa; él vivía conmigo”, dijo Sepúlveda. “Su sueño era ir a ahorrar para su casa porque aquí en México los trabajos están mal pagados”.
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Sepúlveda dijo que hace unos días recibió una llamada de un pariente en Austin, diciéndole que se enteró de que su hijo, Jesús Iván Sepúlveda Martínez, de 22 años, de Ceballos, Durango, México, fue asesinado a tiros el 27 de septiembre en el desierto al sur de Sierra Blanca, Texas.
El tiroteo se cobró la vida de un migrante que los funcionarios del Departamento de Seguridad Pública de Texas que investigan el caso no han identificado públicamente. También dejó a una mujer migrante hospitalizada con una herida de bala.