Un niño venezolano de 8 años de edad murió por un disparo accidental que le propinó su hermano, de 10 años de edad, cuando manipulaba una escopeta y se le disparó. El hecho ocurrió en Houston, Texas, el pasado 26 de octubre.
La bala impactó en el torso del pequeño, que se encontraba en el único dormitorio de su casa, ubicado en Bear Creek Apartments, a unos 30 kilómetros al oeste del centro de Houston.
«El niño fue declarado muerto en la escena. Un hermano adolescente también estaba en el apartamento en ese momento, pero no resultó herido», indicó el alguacil del condado Harris, Texas, Ed González, en un comunicado emitido por la Oficina del Sheriff.