Más de 500 millas separan el condado de Hopkins de la frontera entre Texas y México.

La distancia no impidió que los comisionados del condado declararan un “estado local de desastre” provocado por una “invasión” de inmigrantes.

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El juez del condado de Hopkins, Robert Newsom, firmó la resolución a mediados de noviembre en una reunión de comisionados del condado en Sulphur Springs, 90 millas al noreste de Dallas. El condado de Hopkins es el último en hablar sobre la situación en la frontera.

“La salud, la seguridad y el bienestar de los residentes del condado de Hopkins están bajo una amenaza inminente de desastre por los niveles sin precedentes de inmigración ilegal, tráfico de personas y contrabando de drogas que cruzan la frontera de Estados Unidos desde México”, afirma la declaración.