Migrantes que habitan temporalmente en las calles de la frontera de Ciudad Juárez, al norte de México, permanecen desprotegidos frente a la ola gélida que vive la ciudad. Hoy viernes, la temperatura alcanzó los -8°C, afectando principalmente a quienes duermen en la intemperie.
Algunos consideran al congelante clima como “insoportable”, lo que incluso ha ocasionado que algunos valoren retirarse del lugar.
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La agencia EFE señaló que uno de estos casos es el de Deysi Pineda, originaria de Honduras, quien incluso intentó dormir bajo un puente, cubriéndose con unas cobijas, pero no pudo conciliar el sueño.
“Ayer crucé a Estados Unidos con mi niña de 8 años, mi nuera que tiene 8 meses de embarazo y nos devolvieron a esta ciudad. No hemos dormido por el frío, pedimos ayuda para ir a Mexicali (norte de México), allá tengo una amiga que nos puede ayudar, darnos asilo”, dijo a EFE.