Migrantes venezolanos, nicaragüenses, hondureños, haitianos y colombianos, han creado una colonia irregular a orillas del río Coatán y el malecón de Tapachula, en su paso por la frontera sur de México.
Debido al endurecimiento de las políticas migratorias en su travesía rumbo a los Estados Unidos se han instalado en las márgenes del río más caudaloso de esta ciudad, donde tampoco hay espacio en los albergues.
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Estos migrantes, en su mayoría, son corridos de los espacios públicos y no cuentan con dinero para pagar hoteles o viviendas en renta.
Son familias completas que han edificado chozas de madera, palos, nailon, cuerdas, plásticos, basura, llantas, casas de campaña y unos más al aire libre sobre el suelo, pasto y debajo de los árboles, quienes están desesperados por la falta de dinero y comida.