Estados Unidos sancionó el martes a un hijo del narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán, tres miembros del Cártel de Sinaloa y dos empresas con sede en México, alegando que traficaron fentanilo y otras drogas a territorio estadounidense.
Las sanciones se anunciaron el mismo día que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y el presidente Joe Biden hablaron por teléfono sobre inmigración y la crisis del fentanilo. Un comunicado de la Casa Blanca acerca de la llamada señalaba que los dos mandatarios reconocieron los recientes esfuerzos de sus naciones para contrarrestar el fentanilo y el tráfico de armas “mediante el desmantelamiento de las redes criminales.”
Lea También: Museo de Coahuila prepara exhibición de la inteligencia artificial
El Departamento del Tesoro designó a Joaquín Guzmán López, hijo del Chapo, y a otros para sanciones financieras, incluida la congelación de cuentas bancarias y activos de propiedad estadounidense y la prohibición de que los estadounidenses hagan negocios con ellos. Una empresa de equipos químicos y para laboratorios de Culiacán, México, y un negocio de bienes raíces también fueron objeto de sanciones.