Texas revisará su definición de material explícito sexual o posiblemente dañino para los niños para prohibir libros de bibliotecas escolares y concertadas, dentro de una propuesta de ley aprobada en el Senado estatal el martes por la noche y enviada al gobernador, el republicano Greg Abbott.
La iniciativa en Texas se suma a otros esfuerzos por prohibir el material de lectura en estados conservadores de Estados Unidos. Los críticos denuncian que las normas en la propuesta texana son demasiado vagas, afectarán a libros que no son inapropiados y los materiales que abordan cuestiones LGTBQ+ tendrán más posibilidades de ser vetados.
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La ley aprobada por la Legislatura de mayoría republicana define “contenido sexualmente explícito” como cualquier cosa que incluya descripciones, ilustraciones o sonidos que muestren conducta sexual que no sea relevante para el currículo escolar, y lo prohíbe de las bibliotecas escolares.
La norma requiere que la Comisión estatal de Archivos y Bibliotecas establezca normas que deben seguir las escuelas cuando compran libros y un sistema de calificación para restringir o prohibir algunos materiales.