Inmigrantes que llegan a Nueva York, realizaron una larga cola frente a un hotel reconvertido en albergue a la espera de ser ubicados en un refugio y con la esperanza de encontrar un empleo los más rápido posible para ayudar a las familias que dejaron atrás.
Inmigrantes de Venezuela, Colombia, Nicaragua, Ecuador, Senegal, Mauritania y Chad pernoctaron frente al conocido hotel Roosevelt, uniéndose a otros cientos que durante el fin de semana hicieron cola frente a este edificio situado en la calle 45, a pocos pasos de la Quinta Avenida, en el que la ciudad también estableció un centro de procesamiento.
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Sentados en la acera, donde algunos se protegían con sombrillas o cartones del sol que ya comenzaba a calentar, algunos comían “sándwiches o burritos” y bebían agua que les habían distribuido; otros se entretenían jugando con sus celulares o conversaban, y otros, en silencio.
“Queremos trabajar” era la respuesta que se escuchaba una y otra vez sin importar el país de origen ante la pregunta de por qué vinieron a Nueva York.
La agencia EFE señaló que algunos estaban informados de que la ciudad limitó a 60 días la estadía en albergues para los adultos solteros, hombres o mujeres, para dar espacio a familias con niños. Aunque otros desconocían esa decisión anunciada por el alcalde Eric Adams el pasado 20 de julio, indicaron con firmeza “algo es algo”, o “es tiempo suficiente para encontrar un empleo”.