El fallido intento de fuga que protagonizó Kaitlin Armstrong, la mujer acusada del homicidio de la ciclista profesional Anna Moriah Wilson, generó cuestionamientos sobre la seguridad y el transporte de internos a lugares públicos.
El incidente ocurrió la mañana del miércoles al cabo de una cita médica en el Complejo Médico Ascension Seton de la calle 2da y según las autoridades, a mujer logró correr por un vecindario de la calle 2a sur y South Center.
“Después de la cita, mientras dos oficiales penitenciarios la escoltaban fuera del edificio, estaban en el área de la entrada, a punto de ingresar al estacionamiento para ponerla en el vehículo, ella se alejó corriendo de ellos. Que alguien intente esto es muy poco común, muy poco común”, dijo Kristen Dark, vocera de la Oficina de la Alguacil del Condado Travis.
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Según el reporte oficial, Armstrong, quien ha permanecido por meses en la cárcel del Condado Travis a la espera del juicio, logró correr cerca de cuadra y media mientras dos gendarmes la perseguían, Dark aseguró que nunca la perdieron de vista y lograron detenerla al cabo de 10 minutos.
Al consultarle sobre las trabas o ataduras que usan con los internos, Dark contestó: “Por motivos de seguridad, no puedo revelar las medidas de restricción que utilizamos con las personas en nuestra custodia”.
Jeff Ormsby, director ejecutivo del Consejo de Empleados Correccionales de Texas, dijo conocer de los protocolos para el transporte de reos a citas fuera de un recinto carcelario: “Es una cuestión muy riesgosa porque estás sacando a un recluso, a veces de alta seguridad, al público y si van a intentar escapar, ese es el mejor momento para que lo hagan”.
Con información de Telemundo.