El gobierno de Israel ha estado sometido a una intensa presión pública para derrocar a Hamás luego de que sus insurgentes asaltaron el país el sábado a través de la cerca fronteriza y mataron a cientos de israelíes en sus casas, en las calles y en un festival de música al aire libre.
Hamás dijo que lanzó el ataque porque el sufrimiento de los palestinos se había vuelto intolerable bajo el bloqueo impuesto a la Franja de Gaza hace 16 años, además de por la interminable ocupación militar israelí y el aumento de los asentamientos en Cisjordania.
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Hamás retiene a unas 150 personas capturadas en Israel y han disparado miles de proyectiles hacia territorio israelí en los últimos cinco días.
En la Franja, los residentes enfrentan una creciente incertidumbre luego de que su única central eléctrica se quedó sin combustible y se vio obligada a cerrar el miércoles.
Se espera que la guerra, que se ha cobrado ya más de 2,700 vidas en ambos bandos, se recrudezca.
Con información de Telemundo.