Ataques aéreos golpearon el domingo dos campos de refugiados en el centro de la Franja de Gaza que mataron a decenas de personas, según responsable de salud. Los ataques se produjeron mientras Estados Unidos instaba a Israel para que hiciera una pausa humanitaria en su constante bombardeo de Gaza y las crecientes muertes de civiles.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken viajó a Ramala, en Cisjordania, para una reunión no anunciada con antelación con el presidente palestino, Mahmud Abás. Blinken viajó más tarde a Bagdad para un encuentro con el primer ministro de Irak, Mohammed Shia al-Sudani. El sábado se entrevistó con ministros árabes de Exteriores en Jordania tras hablar en Israel con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, que insistió en que no habría un cese el fuego temporal hasta que todos los rehenes en poder de Hamás fueran liberados. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sugirió que se estaba haciendo progresos en la pausa humanitaria.
Unas 1,100 personas han salido de la Franja de Gaza a través del paso de Rafah desde el miércoles dentro de un aparente acuerdo entre Estados Unidos, Egipto, Israel y Qatar, que media con Hamás.
La cifra de palestinos muertos en la guerra entre Israel y Hamás superó las 9,700 personas, más de 4,000 de ellos menores, según el Ministerio de Salud que gestiona Hamás en Gaza. En la ocupada Cisjordania, más de 140 palestinos han muerto en episodios de violencia y redadas israelíes.
En Israel han muerto más de 1,400 personas, la mayoría en el ataque de Hamás del 7 de octubre que desencadenó los combates, y los milicianos se han llevado a Gaza a 242 rehenes.