Si el año pasado por estas fechas nos asombrábamos por la gran cantidad de nieve que les estaba cayendo en los Estados Unidos, sin saber todavía que estábamos ante las puertas de nevadas históricas en gran parte del país, este invierno en cambio la situación es totalmente la contraria. No solo la cobertura está siendo mucho menor, sino que en algunas estaciones de esquí del noroeste han registrado aguaceros torrenciales que en algunos casos les han obligado a arreglar las instalaciones rápidamente.

Como lo demuestran las previsiones meteorológicas registradas en la parte norte del continente americano, es evidente que este año no habrá nieve. El Washington Post incluso menciona una situación sin precedentes con el nivel más bajo jamás registrado para esta época del año.

A modo de comparación, la magnitud de las nevadas en 2022 (sin contar Alaska ni Hawaii) fue del 44,3% en comparación con el 13,2% de este 2023. Este es el porcentaje más bajo registrado en al menos dos décadas, según datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.

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En X, el meteorólogo francés Guillaume Séchet incluso menciona temperaturas que oscilan entre 10 y 15°C por encima de las medias estacionales. Una Navidad “muy rara” sin nieve en Estados Unidos según el especialista.

Estas temperaturas, consideradas “típicas de principios de primavera” por el Washington Post, también están provocando el derretimiento de la nieve en algunas zonas, como en la frontera entre Canadá y Estados Unidos, una de las zonas más frías de Norteamérica.

De hecho la capa de nieve está por debajo del promedio en casi todos los estados del norte. Sólo la parte sur del Intermountain West, que es dónde están las grandes estaciones de esquí del país al pasar las Rocosas parece contrarrestar estas estadísticas inusuales.

Una situación radicalmente distinta a la del año pasado, cuando trenes de borrascas lanzaban nevadas una detrás de otra sobre la mayoría de los Estados Unidos, alcanzando registros históricos en California, el Lake Tahoe y gran parte de Utah, así como niveles excepcionales en estaciones de esquí de Nevada y Arizona, que permitieron alargar la temporada, y en muchos casos poner precios astronómicos al forfait.

Con información de Nevasport.