La gente se mudó a El Bosque, una comunidad ubicada en Tabasco, en la década de 1980 para pescar. Se adentraban al Golfo de México en grupos de tres y cuatro, y los pescadores regresaban con cubos de sábalos y róbalos largos y rayados. Había más que suficiente para alimentarlos y construir una población: tres escuelas, una pequeña iglesia y una cancha de baloncesto en la arena.
Luego el cambio climático puso al mar contra el pueblo.
Las inundaciones provocadas por uno de los aumentos del nivel del mar más rápidos del mundo, y por tormentas invernales cada vez más brutales, han dejado prácticamente destruido a El Bosque y solo quedan pilas de concreto y varillas de metal retorcidas donde las viviendas solían alinearse en la arena. Obligados a huir de las casas que construyeron, los lugareños esperan ayuda del gobierno y viven en lugares de alquiler que apenas pueden pagar.
Con información de The Associated Press