El gobierno del presidente Joe Biden está considerando tomar medidas unilaterales sin el Congreso para dificultar que los migrantes pasen la evaluación inicial de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México y deportar rápidamente a los inmigrantes recién llegados que no cumplan con los criterios, dijeron tres funcionarios estadounidenses con conocimiento de las deliberaciones.

Las acciones, a las que todavía faltan semanas para finalizar, son un esfuerzo por reducir el número de migrantes que cruzan ilegalmente la frontera sur, ya que la inmigración sigue siendo un tema principal para los votantes de cara a las elecciones presidenciales de 2024.

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Según las nuevas políticas, los funcionarios de asilo recibirían instrucciones de elevar los estándares que utilizan en sus “entrevistas de miedo creíble”, la primera evaluación que se realiza a los solicitantes de asilo que intentan evitar la deportación por cruzar la frontera ilegalmente.

Y se le pediría al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas que priorice la deportación de los inmigrantes recién llegados, en una política de “el último en entrar, el primero en salir”, dijeron los funcionarios.

Con información de Telemundo.