En el primer cara a cara presidencial de México, la opositora Xóchitl Gálvez y oficialista Claudia Sheinbaum se enfrascaron en acusaciones directas de corrupción y mentiras, mientras el también opositor Jorge Álvarez Máynez celebró que tras las elecciones de 2 de junio pueda ser una mujer la próxima presidenta de México.
La primera en soltar un golpe durante el primer debate presidencial organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) de México fue la aspirante de la colación opositora Fuerza y Corazón por México, quien calificó a Sheinbaum de ser “una mujer fría y sin corazón” y como “una dama de hielo”.
“Decirles (a los mexicanos) que la esperanza ya cambió de manos y, con esa esperanza, vamos a construir el país que nos merecemos”, aseveró Gálvez al llegar al debate, algo que hizo en bicicleta.
Por su parte, la candidata del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM) reviró a Gálvez y le llamó mentirosa, así como puso en tela de juicio su declaración patrimonial y el origen de sus propiedades.
Con información de EFE