Un grupo de unos 200 migrantes deportados por Estados Unidos protestaron este miércoles ante Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez (Chihuahua) para evitar ser trasladados en camiones hasta Chiapas, en la frontera sur de México.

Los migrantes dijeron que permitieron que los estadounidenses los ataran de manos con corbatas de plástico bajo el engaño de que serían llevados a otro albergue en El Paso (Texas), pero en lugar de eso fueron expulsados a México por el puente Zaragoza-Ysleta de Ciudad Juárez.

Manuel Ángel Morales Montemayor, un migrante procedente de Venezuela, aseguró que están exigiendo a la autoridad mexicana que en lugar de llevarlos hasta Chiapas, sean entregados a la embajada de su país en México.

“Nosotros queremos que nos den nuestras pertenencias y que traigan los dos buses que faltan de nuestras familias y nuestros compañeros y que se suban ustedes al bus por lo de nuestro compañero que lo golpearon, para que le graben la cara”, señaló el venezolano.

Morales indicó que tenían 10 días encerrados en un albergue del que no podían salir, sin bañarse y comiendo dos veces diarias.

Cuando el INM los manda al sur de México, aseguró, es un grave problema porque gastan entre 1.500 y 2.000 dólares en llegar a Juárez otra vez.

Con información de EFE.