El estado de Texas (sur de Estados Unidos) ejecutó este miércoles a Ramiro Gonzales, un hombre condenado a muerte por secuestrar, violar y matar a tiros a una mujer de 18 años en 2001.
El reo, de 41 años, fue declarado muerto a las 18.50 hora local (23.50 GMT) tras recibir una inyección letal en la penitenciaría estatal de Huntsville.
Antes de la inyección letal, Gonzales utilizó sus últimas palabras para pedir disculpas a los familiares de la víctima, Bridget Townsend, cuyos restos no fueron encontrados hasta más de un año después de que fuera reportada como desaparecida de su casa en el condado de Bandera en enero de 2001.
“No puedo expresar con palabras el dolor que les he causado, el daño, lo que les quité y que no puedo devolver. Espero que esta disculpa sea suficiente”, dijo.