En el mes de junio, la Patrulla Fronteriza contabilizó la detención de 84,000 migrantes, la cifra más baja desde que comenzó la presidencia de Joe Biden, pero no todos ven la reducción de manera positiva. “Es importante recordar que no porque estén llegando menos personas significa que ya estamos bien como nación, tenemos todavía un sistema roto, un sistema que en verdad no está abordando las preocupaciones de los residentes fronterizos y de la dignidad humana de los migrantes”, dijo Alan Lizárraga, representante de la Red Fronteriza para los Derechos Humanos.
La Administración Biden atribuyó la reducción de cruces ilegales a la reciente orden ejecutiva que cerraría la frontera si el número de cruces llega a 2,500 al día, pero Lizárraga dice que hay otros factores, como el endurecimiento de las políticas de México sobre los migrantes, lo que obliga a buscar caminos cada vez más peligrosos para llegar al norte, elevando las muertes.
“Tratamos la pérdida de vida con mucha seriedad y más cuando son vidas que son afectadas por las políticas migratorias que está empleando los Estados Unidos”, agregó el activista.
El mes pasado, 25 migrantes se ahogaron en canales o murieron en el desierto.
El activista lamentó que la crisis migratoria se use como un peón político de cara a las elecciones, lo que en su opinión ha sido una práctica en cada elección presidencial: “han usado las vidas humanas para tratar de ganar más votos de un lado o del otro”.
Sin embargo, también sugiere 3 cambios para una verdadera solución:
- Reforzar el sistema migratorio que a su juicio es desfazado,
- Mejorar la capacitación de los agentes fronterizos.
- Alinear las solicitudes de asilo con la ley internacional.
Con información de Telemundo.