Un nuevo mandato municipal para el aire acondicionado en todas las residencias se está acercando a su aprobación final, y los residentes pueden opinar sobre el cambio en julio. La ciudad está en el proceso de revisar sus códigos técnicos, incluida su primera propuesta de mandato de aire acondicionado según el código de construcción. La actualización requeriría que todos los propietarios de propiedades residenciales mantengan las habitaciones al menos 15 grados más frías que la temperatura exterior y no más de 85 grados Fahrenheit como máximo.

Si se implementan, los estándares se aplicarían a todas las propiedades existentes y nuevas construcciones en Austin.

Los habitantes de Austin pueden opinar sobre los nuevos elementos del código de construcción en línea hasta el 24 de julio. Las revisiones también se discutirán en la reunión de la comisión de planificación del 9 de julio antes de dirigirse al Concejo Municipal a finales de este verano para su aprobación final.

Se propone que las disposiciones entren en vigor en enero, aunque el consejo finalizará ese cronograma. Si se adopta, el departamento de servicios de desarrollo de la ciudad haría cumplir la regla de enfriamiento a través de su equipo de inspección para edificios nuevos y a través de equipos de cumplimiento de códigos en residencias existentes.

A pesar de los veranos a menudo opresivos de la ciudad, los propietarios no están obligados a mantener a sus residentes frescos en sus hogares.

La ley de Texas no exige aire acondicionado, y la legislación estatal que habría obligado a los propietarios a proporcionar aire acondicionado se estancó en 2023.

Sin embargo, otras ciudades grandes, como Dallas y Houston, imponen sus propias reglas para el enfriamiento residencial a ciertos niveles de temperatura. Según funcionarios de la ciudad, los nuevos estándares de enfriamiento de Austin se inspiraron en las ordenanzas que ahora figuran en los libros de Dallas.

Los funcionarios locales tomaron medidas para consolidar un requisito de refrigeración similar durante el caluroso verano de Austin el año pasado. El cambio se produce mientras Austin continúa experimentando un calor veraniego peligroso y probablemente verá veranos más extremos en las próximas décadas.