El guitarrista mexicano Carlos Santana y su banda llegaron a Austin como parte de su gira “Oneness”, en la que se les unió la banda Counting Crows la noche del domingo para presentarse en el Moody Center de la Capital Texana. Don Carlos que hace apenas un mes cumplió 77 años, compartió escenario con la banda liderada por Adam Duritz, que presentó un set de 14 éxitos como “Mr. Jones”, “Round Here” y “Long December”, así como la versión de la banda de “Big Yellow Taxi” de Joni Mitchell. Duritz y compañía ofrecieron un set de un poco más de una hora al foro abarrotado de fans.
Poco después de las 9 p.m., los miembros de Santana subieron al escenario. Carlos salió lenta y cautelosamente, tomando asiento con su guitarra en mano. El legendario músico, se nota que los años no han pasado en vano, sin embargo, sus dedos siguen mostrando esa magia. El mexicano permaneció sentado durante gran parte del espectáculo, de pie ocasionalmente, pero todavía sonaba como si estuviera tocando hace 50 años, durante el apogeo de su banda en la década de 1970.
El set contó con clásicos más antiguos como “Evil Ways”, “Black Magic Woman/Gypsy Queen”, “Oye Cómo Va” y “Europa (Earth’s Cry, Heaven’s Smile)”, con la guitarra de Carlos sonando en todo el cielo nocturno. Su álbum multiplatino de 1999, Supernatural, ganador de un Grammy, también estuvo bien representado, con canciones como “Corazón Espinado”, “Put Your Lights On”, “Maria Maria” y el cierre de la noche con la canción “Smooth” que todo el Moody Center esperaba.
La banda Santana incluye a la esposa de Carlos, Cindy Blackman Santana, quien es una sensación absoluta en la batería, así como a su talentoso hijo Salvador en los teclados y otros instrumentos. Mientras tanto, los co-cantantes Andy Vargas y Ray Greene mantuvieron a la multitud de pie durante la mayor parte de la noche.
Carlos dejó que su guitarra hablara la mayor parte, pero en un momento se dirigió a la audiencia mientras hablaba sobre la espiritualidad y cómo lograr la luz en la vida. El músico pidió encomendarse a Dios y dijo sentirse bendecido por lo que ha sido de su vida.
Santana platicó una anécdota con Stevie Ray Vaughan, que luego de terminar una larga gira por Europa, tomaron un avión para dirigirse aquí a Austin, el músico comentó que tuvieron problemas en el vuelo pero aterrizaron a salvo en la ciudad. Cabe recordar que Ray Vaughan años después moriría en un accidente en un helicóptero a la edad dee 35 años.
El concierto terminó con la gente de pie y ovacionando a Santana por la magia que dejó en el los pasillos del Moody Center.