El legendario ícono del pop de los ochentas Boy George quien adquiriera fama mundial con su banda Culture Club, se presentó en el Moody Amphitheater de Austin, en una noche en el los recuerdos de aquella década iluminaron la noche. Boy George y Squeeze subieron al escenario sin duda en una noche inolvidable.
Boy George, el extravagante cantante principal de Culture Club, es célebre por su voz distintiva y su estilo andrógino. Con una carrera que abarca más de cuatro décadas, el impacto de George en la música y la moda sigue siendo incomparable. El avance de Culture Club se produjo en 1982 con su álbum debut, “Kissing to Be Clever”, que incluía el éxito mundial “Do You Really Want to Hurt Me”. La fusión de new wave, reggae y soul de la banda resonó en todo el mundo, convirtiéndola en un elemento básico de la escena musical de los 80.
Su segundo álbum, “Colour by Numbers”, solidificó su estatus de superestrella, presentando temas atemporales como “Karma Chameleon”, “Church of the Poison Mind” y “Miss Me Blind”. Otros éxitos inolvidables incluyen “Time (Clock of the Heart)” y “I’ll Tumble 4 Ya”, que muestran la combinación única de melodías conmovedoras de Boy George fusionadas con el pop. La carrera solista de Boy George también ha florecido, con éxitos como “Everything I Own” y “The Crying Game”. Su atractivo radica en su capacidad para reinventarse continuamente mientras se mantiene fiel a sus raíces musicales, y sin duda la Capital de la Música en vivo en el mundo, tuvo la oportunidad de revivir cada uno de esos temas.
Junto a Boy George en esta noche nostálgica estuvo Squeeze, la banda británica conocida por su impecable composición y letras inteligentes. Formada en 1974 por Chris Difford y Glenn Tilbrook, Squeeze rápidamente se convirtió en sinónimo del movimiento new wave. Su tercer álbum, “Argybargy”, lanzado en 1980, produjo éxitos como “Pulling Mussels (From the Shell)” y “Another Nail in My Heart”, destacando su habilidad para crear canciones pop pegadizas.
“East Side Story” de 1981, producida por Elvis Costello, a menudo es aclamada como su obra maestra. Presentaba clásicos perdurables como “Tempted” y “Labelled with Love”. La capacidad de la banda para combinar el ingenio con la melancolía en su música les ha valido una base de seguidores leales y elogios de la crítica. Otros éxitos notables incluyen los contagiosos “Hourglass” y “Cool for Cats”, que aseguraron su lugar como leyendas del pop de los 80.
El Moody tuvo una muy buena entrada, en su mayoría de fans de varias décadas de vida, sin embargo, jóvenes acompañando a sus padres o quizá sus abuelos, se contagiaron de la música de la noche, Boy George sin perder el estilo y con una voz tan firme como si hubiese empezado su carrera ayer. La gira lacada “Squeeze me Boy George” continuará hasta finales de septiembre en diversas ciudades de este país.