Donald Trump y Kamala Harris protagonizaron este martes en Filadelfia un debate a cara de perro, sin concesiones, en el que chocaron frontalmente en los principales asuntos de campaña: economía, inmigración, aborto, delincuencia y respeto por la democracia.

Harris proclamó que “es hora de pasar la página” de Trump y consiguió acorralar en ocasiones al expresidente, al que atacó por su gestión, su carácter y sus casos judiciales. Logró ponerle a la defensiva, haciéndole morder el anzuelo con sus provocaciones.

El expresidente se refugió en su discurso más hiperbólico y extremo, al punto de ser corregido varias veces por los moderadores, David Muir y Linsey Davis, por sus disparates. Como guinda, Harris recibió al final del debate el apoyo expreso de Taylor Swift, pidiendo el voto para ella.

En los primeros cinco minutos, Harris miró a la cámara y le dijo a los televidentes lo que podían esperar de Trump: “el mismo manual viejo y agotado, un montón de mentiras, agravios e insultos”

El aborto fue una de las oportunidades perdidas por el presidente Biden en el primer debate, mientras que fue uno de los momentos más fuertes de Harris.

Con información de El País