La caída de árboles y las inundaciones violentas del huracán Helene mataron al menos a 200 personas, cuando azotó Florida a fines de la semana pasada y luego azotó el sudeste como una de las tormentas más letales en la historia de los Estados Unidos.
Las personas murieron en seis estados: Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia.
Entre ellos había dos hermanos pequeños que murieron cuando el árbol de roble de la familia cayó contra su dormitorio, un hombre y su bisnieto, quienes murieron de manera similar a los niños, y un ayudante del sheriff que se ahogó después de que se rompiera una presa.
Más de una semana después de que la tormenta entrase por la costa del golfo de México en Florida, la falta de señal telefónica y de electricidad sigue obstaculizando los esfuerzos para contactar con los desaparecidos. Esto supone que los rescatistas deben avanzar lentamente por las montañas para saber si los residentes están a salvo.
Con información de telemundo51