Estados Unidos
Cárteles mexicanos usan redes para reclutar
Los cárteles mexicanos usan plataformas como TikTok y Snapchat para reclutar jóvenes, promoviendo actividades delictivas como el tráfico de personas.

Los cárteles mexicanos de drogas y trata de personas han encontrado un nuevo y preocupante espacio para operar: las redes sociales. Plataformas como TikTok, Snapchat e Instagram se han convertido en herramientas clave para los traficantes que buscan atraer a jóvenes en México y Estados Unidos a sus actividades ilícitas. Este fenómeno, conocido como “CartelTok”, ha llamado la atención de las autoridades y expertos, que advierten sobre los peligros de esta nueva forma de reclutamiento.
“CartelTok” se refiere al uso de TikTok, un sitio popular entre los adolescentes, para exhibir lujos como dinero, joyas y autos de lujo, con el fin de atraer a jóvenes vulnerables hacia el crimen organizado. A través de estos videos, los miembros de los cárteles muestran su poder y riqueza, tratando de seducir a los más jóvenes con la promesa de un estilo de vida fácil y lucrativo. Aunque plataformas como TikTok han eliminado algunos de estos contenidos, expertos en seguridad pública aseguran que el problema persiste y continúa expandiéndose a otras redes sociales.
Además de TikTok, los cárteles recurren a aplicaciones como Snapchat e Instagram, así como a plataformas de mensajería encriptada como WhatsApp, para organizar sus operaciones de manera más discreta. Las autoridades han rastreado estos movimientos y alertan sobre el peligro que representa para los jóvenes, especialmente en las comunidades más vulnerables, donde las tentaciones y las presiones económicas pueden llevarlos a tomar decisiones erróneas.
Este fenómeno no es nuevo. Desde 2020, estudios sobre la presencia de grupos del crimen organizado en redes sociales han revelado el uso de plataformas como un medio para promocionar actividades ilegales. En ese sentido, la antropóloga Alejandra León Olvera lo ha descrito como “narcomarketing”, donde los cárteles se presentan a sí mismos como modelos a seguir para los jóvenes. Esta tendencia está siendo aprovechada por los grupos criminales, que utilizan estas redes para normalizar el involucramiento en actividades delictivas y atraer a nuevos miembros.
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Las autoridades estadounidenses, como el Departamento de Seguridad Pública de Texas, han estado al tanto de este reclutamiento a través de redes sociales y han intensificado sus esfuerzos para detener a los traficantes. Sin embargo, aunque plataformas como TikTok y Meta (Facebook e Instagram) aseguran tener políticas estrictas para eliminar contenidos relacionados con el crimen, los videos continúan apareciendo, con nuevos imitadores que se suman a la causa.
En respuesta a la creciente preocupación, las autoridades de Estados Unidos han emprendido acciones legales contra los traficantes que utilizan las redes sociales para su beneficio. En agosto de 2023, el Departamento de Justicia acusó a 22 personas por operar redes de tráfico de personas que reclutaban conductores a través de plataformas sociales, como Snapchat. Estos reclutadores prometían a sus víctimas grandes sumas de dinero a cambio de transportar migrantes indocumentados, sin riesgo aparente de ser arrestados. Este tipo de actividades ilegales es una de las principales preocupaciones de las autoridades, que siguen luchando contra el uso de las redes sociales por parte de los cárteles.
El uso de las redes sociales por parte de los cárteles no solo pone en riesgo la seguridad de los jóvenes, sino que también envía un mensaje peligroso: que participar en actividades ilegales puede ser una vía fácil y rentable. Este tipo de marketing criminal se ha convertido en un desafío para las plataformas digitales, que deben encontrar maneras más eficaces de bloquear este tipo de contenido y prevenir que los jóvenes caigan en las trampas del crimen organizado.
En conclusión, el fenómeno de “CartelTok” ha puesto de manifiesto cómo las redes sociales pueden ser utilizadas de manera peligrosa por los cárteles mexicanos para atraer a nuevas generaciones hacia el crimen. A pesar de los esfuerzos de las plataformas para erradicar estos contenidos y de las autoridades para combatir el tráfico de personas, el problema sigue siendo una amenaza en aumento que requiere una respuesta más eficaz y coordinada.