Una bebé de un año y otro niño de dos años fueron puestos a salvo luego de haber sido encontrados con pies y manos atados, un ojo morado y el labio ensangrentado.

Priscilla Ann Salais, de 37 años, fue arrestada por oficiales del Departamento de Policía de San Antonio como la principal sospechosa de maltratar a los menores.

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La mujer enfrenta dos cargos de poner en peligro a dos niños a raíz de una investigación sobre un perturbador caso de abuso infantil.

“Lo que les hizo a estos niños es imperdonable”, precisó en una rueda de prensa el jefe de la policía, William McManus.