Los abogados de Texas pidieron el jueves a un tribunal federal que le permita al estado mantener las barreras de concreto flotantes en el Río Bravo para impedir el cruce de migrantes, pese a que el gobierno federal sostiene que fueron erigidas sin autorización de Washington.
Los argumentos presentados ante los tres jueces del Tribunal Federal de Apelaciones del Quinto Circuito en Nueva Orleans se centraron en si en la zona fronteriza cerca de Eagle Pass es o puede ser usada para la navegación comercial.
Lanora Pettit, abogada del estado de Texas, declaró que esa parte baja y rocosa del Río Bravo —conocido como río Grande en Estados Unidos— claramente no es navegable y es poco probable que jamás lo sea. Añadió que el gobierno federal sólo “está tratando de impedirle al estado tomar medidas para proteger a sus ciudadanos de actividades criminales y violentas”.