La Corte de Apelaciones del Quinto Circuito le ordenó a Texas remover la barrera flotante desplegada en el río Grande en Eagle Pass el verano pasado, refrendando así el dictamen de una corte inferior.

Con voto de 2 a 1, el panel encontró que el río es navegable en el lugar dónde instalaron las boyas, lo que constituye una “obstrucción”, lo que significa que Texas necesitaba recibir permiso del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, entidad que regula las actividades en vías fluviales y pantanos bajo la ley federal antes de instalarlas.

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El Juez Don Willett, designado por el expresidente Donald Trump, fue el único voto disidente, argumentando que el río Grande no tiene las características para permitir el tráfico comercial de botes y por lo tanto no es navegable.

Texas alegó que la barrera también tenía la intención de salvar vidas y obligar a los migrantes a cruzar la frontera por los puertos de entrada, pero Willet dijo que Texas no pudo comprobar la aseveración.

El Gobernador Greg Abbott publicó en su cuenta de la red social X que el fallo era “claramente erróneo” y que tanto el como el Procurador General Ken Paxton pedirían una nueva audiencia de inmediato ante el panel completo del Quinto Circuito. “Iremos hasta la Suprema Corte de Estados Unidois si es necesario para proteger a Texas de las fronteras abiertas de Biden”, dijo Abbott.

Con información de Telemundo.