El Procurador General de Texas, Ken Paxton, anunció que demandó al gigante farmacéutico Pfizer por “tergiversar ilegalmente” la efectividad de la vacuna COVID-19 de la compañía, dando seguimiento a una investigación que comenzó en mayo para sondear su representación de la vacuna para el público.
En la petición del Fiscal General a un tribunal del condado de Lubbock, la oficina afirma que “las vacunas COVID-19 son el milagro que no existió”. El estado afirma que Pfizer violó la Ley de Prácticas Comerciales Engañosas al afirmar que la vacuna tiene una “efectividad del 95 por ciento”. Paxton afirma que esto es engañoso, citando publicaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos destinadas a arrojar dudas sobre los estándares utilizados para formular esa estadística.
“Ese número sólo fue legítimo de una manera solitaria, altamente técnica y artificial: representaba un cálculo de la llamada ‘reducción del riesgo relativo’ para las personas vacunadas en el entonces inacabado ensayo clínico fundamental de Pfizer. Pero las publicaciones de la FDA indican que la “reducción relativa del riesgo” es una estadística engañosa”, afirma la petición.