Paola Buenrostro, una mujer trans mexicana, fue brutalmente asesinada en septiembre de 2016, pero su homicida fue liberado 48 horas después del crimen y permanece prófugo. Su mejor amiga, Kenya Cuevas, emprendió una lucha en busca de justicia que en cierto modo, dijo este martes, culmina ahora que los restos de Paola descansan en un mausoleo con su rostro.

“Esto es el cierre de un ciclo. Lo que sucedió me hizo cambiar toda mi vida. Hoy acompañar a mi hermana, haberla vuelto a ver, me fortalece, me siento tranquila con Dios, con la vida, con el universo”, expresó Cuevas en el panteón de San Lorenzo Tezonco, en el oriente de Ciudad de México, donde en mayo de 2023 colocaron la primera piedra del Mausoleo Tiresias.

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Personal de la Fiscalía capitalina acudió al panteón, donde exhumó los restos de Buenrostro -que yacían en una zona cercana al mausoleo- y, en un nuevo ataúd, los trasladó al flamante mausoleo en el que hay espacio para 150 compañeras y en el que, con Buenrostro, suman tres mujeres que descansan en dicho lugar.

Después de la exhumación, un cura ofició una breve misa y Cuevas expresó, antes de que el ataúd descendiera, la importancia de este momento para ella y todas sus compañeras.

“Hace ocho años la estaba enterrando y le prometí que no iba a descansar hasta ver cambios. No sé si lo he hecho, pero me siento tranquila porque me despierto cada día cumpliendo esa promesa”, expresó.

Con información de Infobae.