Dos historias conmovedoras, las de Eli y Austin, ilustran el poder transformador de la donación de órganos.

Eli nació con solo medio corazón, enfrentando una batalla por la vida desde su primera semana. Los médicos determinaron que un trasplante de corazón era su única esperanza.

Después de 66 días de espera, llegó la llamada que cambiaría su destino. El corazón de otro bebé, que había fallecido ahogado, ofrecía una segunda oportunidad para Eli.

Con información de Univisión.