La candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, ha concluido este miércoles su campaña a la presidencia de México, ante miles de seguidores reunidos en el Zócalo de Ciudad de México, la plaza pública más importante del país. En un templete armado a espaldas a Palacio Nacional, la residencia oficial, Sheinbaum ha hecho su última promesa de campaña, con las elecciones del 2 de junio llamando a la puerta: “Me comprometo ante ustedes a guardar el legado del presidente Andrés Manuel López Obrador”, ha dicho ante las multitudes, que le replicaron con el himno de guerra que ha distinguido al movimiento fundado por el hoy mandatario saliente: “¡Es un honor estar con Obrador!”. La exjefa de Gobierno de la capital ya había espoleado los ánimos de las bases morenistas momentos antes, al referirse al dirigente izquierdista como “el mejor presidente de la historia”. “Y desde aquí te decimos, querido presidente, ¡es un honor estar con Obrador!”, clamó Sheinbaum. Desde el público se alzó el coro y se agitaron las banderas guindas: las bases obradoristas vinieron de todos los rincones a arropar a la sucesora de López Obrador.

Las alusiones al fundador de Morena son necesarias para un movimiento que comparte su identidad y sus fines políticos con la figura carismática de López Obrador. En un mensaje que por momentos parecía más el de una mandataria electa que el de una candidata, Sheinbaum se comprometió a ser “una buena presidenta”; a gobernar “sin distingos” para todos, incluidos sus detractores; a respetar la diferencia de pensamiento y el disenso y a no reprimir la protesta; a “gobernar con humildad y profunda responsabilidad”, y a entregar su “alma y vida” y “lo mejor de sí misma” a la función de gobierno. “No les voy a defraudar”, ha ofrecido. La aspirante también defendió el carácter democrático del movimiento que en 2018 aupó a la izquierda a la presidencia y que ahora la ha arropado a ella.

“Nuestro proyecto defiende la democracia, las libertades, la verdad y la dignidad de las personas. Lo digo porque los adversarios, la oposición y sus intelectuales, han planteado que en esta elección se juega la democracia o el autoritarismo”, ha dicho. “Lo que no entienden, y hay que insistirlo para que no haya confusiones, es que la democracia siempre ha sido nuestra bandera y nuestra forma de actuar, y que el autoritarismo es precisamente la historia y la característica de ellos, del PRIAN. La defensa de la democracia nunca ha sido una reivindicación de la derecha”.

Con información de El País.