Se espera que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) proponga un cambio en los alimentos envasados que se venden en Estados Unidos: el requisito de que la parte frontal de los envases muestre información clave sobre nutrientes, además de la etiqueta nutricional que ya figura en la parte posterior.

El concepto, diseñado para transmitir rápidamente a los ocupados consumidores las ramificaciones para la salud de los alimentos y bebidas que están considerando comprar, no es novedoso: En todo el mundo, docenas de países cuentan ya con etiquetas nutricionales en la parte frontal de los envases, con distintos diseños.

Los activistas llevan casi dos décadas pidiendo a la FDA que exija etiquetas en la parte frontal de los envases, que, según ellos, ayudan a las personas a tomar decisiones más saludables y empujan a los fabricantes de alimentos a reformular sus recetas para que tengan menos advertencias en sus productos. La FDA guardó silencio sobre el tema hasta que anunció su intención de estudiar la posibilidad de incluir etiquetas en la parte frontal de los envases como parte de una estrategia nacional de salud presentada durante una histórica Conferencia de la Casa Blanca sobre Hambre, Nutrición y Salud en 2022. Desde entonces, ha revisado la literatura sobre el etiquetado frontal y ha realizado grupos de discusión para probar diseños de etiquetas.

Pero la idea se enfrenta a la oposición de las asociaciones comerciales que representan a los fabricantes de alimentos y bebidas de Estados Unidos, que crearon su propio sistema voluntario para destacar determinados nutrientes en la parte frontal de los envases hace más de una década. Y algunos de los diseños de etiquetas que estudia la FDA podrían ser impugnados por motivos de la Primera Enmienda.

Con información de Univisión.