Un funcionario judicial del estado anunció en junio que las restricciones eran ilegales, ampliando una orden de restricción que habían emitido anteriormente como parte de una demanda presentada por floridianos transgénero y sus familias.

No obstante, en una decisión de 2-1, un comité del Tribunal de Apelaciones del 11º Circuito de EE. UU. impidió esta decisión del juez, permitiendo que el estado pusiera en vigor la legislación de 2023 mientras se examina su validez.

En su fallo, los jueces del circuito Britt Grant y Robert Luck, ambos nombrados por el ex presidente Donald Trump, declararon: “Florida sufrirá daños irreparables debido a su incapacidad para ejecutar los deseos de su legislatura, promover las preocupaciones de salud que respaldan la ley y evitar posibles riesgos para la salud de sus hijos”.

Los jueces sugirieron que el tribunal inferior había utilizado un estándar excesivo al evaluar la ley, lo que implica que podrían validar las restricciones en un marco legal menos riguroso.

La legislación prohíbe que los profesionales médicos, incluidos aquellos que proporcionan hormonas o bloqueadores de la pubertad, administren dichos tratamientos a menores de 18 años. También impone nuevas limitaciones al acceso a la atención de afirmación de género para adultos y menores que ya reciben dicho tratamiento, exigiendo que solo se proporcione por un médico. Según la sentencia, se requiere que el paciente o su tutor proporcione consentimiento por escrito a la atención en presencia del médico.

En su disenso, el juez del circuito Charles Wilson argumentó, basándose en la decisión de junio, que el juez federal Robert Hinkle había reunido suficiente evidencia para mantener que la aprobación de la ley estaba motivada por la discriminación contra adultos y menores transgénero.

Wilson, nombrado por el ex presidente Bill Clinton, citó varias declaraciones de los legisladores estatales durante el paso de la ley que el juez Hinkle utilizó en su decisión de derogarla.

“La atención de afirmación de género y la identidad como transgénero se describieron como ‘malas’ en varias ocasiones”, escribió Wilson. “Además, algunos defensores de la legislación expresaron dudas sobre las identidades transgénero y la intención de impedir que las personas transgénero vivan en sus géneros autoidentificados”.

“Impedir el acceso a la atención de afirmación de género provocará sufrimiento innecesario”, afirmó Wilson en su disenso. “Este es principalmente un problema médico, en el que los pacientes deben poder tomar decisiones junto con profesionales de la salud, con acceso a información completa e imparcial”.

Los abogados que representan a los impugnadores de la ley emitieron más tarde una declaración conjunta el lunes, afirmando que la decisión del tribunal “negara a los adultos y adolescentes transgénero la atención esencial y impediría que los padres de Florida tomaran decisiones que sean mejores para sus hijos”.

Los impugnadores tienen la opción de solicitar la intervención de la Corte Suprema, lo que sus abogados sugirieron en su declaración. “Los demandantes en este caso están considerando sus opciones y tomarán todas las medidas necesarias para proteger su derecho a un trato igualitario bajo las leyes de Florida, que estas restricciones contradicen descaradamente”, escribieron.

Con información de EFE.