Tim Walz, gobernador de Minnesota, firmó una orden ejecutiva que tiene como objetivo prohibir la llamada terapia de conversión, aunque destacó que es solo un comienzo y pidió a la Legislatura sumar esfuerzos para que sea una prohibición permanente.
Walz calificó la terapia de conversión como una “práctica bizantina y tortuosa” que no es abalada por ninguna organización legítima de salud mental, y agregó que la orden le da poder a las agencias estatales para garantizar que ningún ciudadano de Minnesota, menor de 18 años, sea sometido obligatoriamente.
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“No hay lugar para el odio en este estado, no hay lugar para la división. Nuestra comunidad LGBTQ + es parte, y una gran parte, de lo que significa ser un Minnesota. Cuando se lastiman o pasan por esto, todos nos lastimamos. Y cuando tienen éxito, todos triunfamos”, sostuvo Walz.
De esa manera, Minnesota se convierte en uno de los 24 estados que, en diversos grados, prohíben que los profesionales de la salud mental busquen cambiar la orientación sexual de cualquier persona. Once ciudades de Minnesota ya tienen prohibiciones locales, incluidas Minneapolis, St. Paul, Rochester y Duluth.