En el comunicado, se explica que los inmigrantes —rescatados el 11 de junio— fueron víctimas de golpizas, torturas, agresiones sexuales y extorsiones de parte de los miembros de la organización criminal que los secuestró
Como parte de las torturas, los oficiales dispararon a las víctimas con una pistola eléctrica, los golpearon, les echaron alcohol sobre sus rostros y los obligaron a bañarse juntos