Las alarmas se han vuelto a encender en Japón, donde hasta esta fecha, no se ha permitido que las mujeres ocupen el trono para convertirse en emperatrices, pues este cargo está destinado exclusivamente para los hombres. Por tal motivo y ante la crisis de niños en la familia imperial, el gobierno japonés está considerando que un príncipe de 85 años adopte un hijo para salvar la línea de sucesión.
De acuerdo con “The Times”, una agencia de noticias japonesa informó que los ministros tienen la intención de hacer cambios en las leyes que rigen a la familia imperial y, así, ampliar la oferta de posibles herederos masculinos del Trono del Crisantemo. Y es que, hasta el momento, siguen sin aceptar que las mujeres, hijas de emperadores, ocupen el cargo de emperatrices, aunque un gran número de japoneses así lo ha exigido.
Por ello, cuando el actual emperador Naruhito deje el trono, el poder pasará a manos de su hermano Akishino, ya que él sí es papá de un niño.
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Cuando Naruhito se vaya, no hay garantía de que el príncipe Hisahito, su sobrino e hijo de Akishino, vaya a tener un niño, por eso el gobierno japonés podría permitir que el príncipe Hitachi, de 85 años, adopte un heredero.
“Según las noticias de Kyodo, solo se les permitiría adoptar herederos descendientes de antiguas familias aristocráticas e imperiales para mantener el ‘estado imperial’ de la línea de sangre”, de acuerdo con “Daily Mail”.
Por otro lado, quienes buscan la modernización del Trono del Crisantemo, han dejado entrever que no todo está perdido para Aiko. “Creo que es posible que las princesas imperiales, incluida la princesa Aiko, puedan ser aceptadas como el próximo monarca”, dijo el primer ministro, Taro Kono. Con información de El Universal.