El gobierno de Joe Biden anunció este viernes su segundo intento para poner fin al programa Quédate en México, que obliga a los solicitantes de asilo a quedarse en territorio mexicano mientras se resuelven sus casos en EU, si el país vecino lo acepta.

El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, reconoció que los Protocolos de Protección al Migrante (MPP) probablemente disminuyeron la migración no autorizada a la frontera entre Estados Unidos y México durante la administración de Donald Trump; sin embargo, las implicaciones humanitarias del programa superaron su efecto de disuasión.

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Desde la secretaría, se señaló que el programa hace que sea extremadamente difícil para los indocumentados acceder a asistencia legal y para que EU aborde las preocupaciones de seguridad y protección.

Mayorkas dijo que la administración de Biden puede reducir la migración a la frontera sur y brindar protección a los migrantes que califican para el refugio en Estados Unidos a través de otras políticas, incluido un programa judicial de inmigración acelerado y una regla propuesta que permitiría a los oficiales de asilo adjudicar las solicitudes de manera más rápida.

Obligados legalmente a tomar medidas de “buena fe”

La administración Biden, que actualmente está obligada legalmente a tomar medidas de “buena fe” para reiniciar la política de la era Trump debido a un fallo judicial de agosto, ha dicho que estará lista para inscribir a los solicitantes de asilo en el programa y enviarlos a México a mediados de noviembre. Pero Estados Unidos todavía está tratando de convencer al gobierno mexicano de que acepte el regreso de los inmigrantes no mexicanos, dijeron altos funcionarios del DHS a los periodistas durante una sesión informativa el jueves.

Con información de El Universal