La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, informó este lunes que tiene previsto levantar las restricciones vinculadas al COVID-19 a lo largo del mes de febrero.
El anuncio lo hizo durante un encuentro con la Asociación de Editores, donde indicó que espera que esta semana entren en vigor algunas medidas acordadas en este sentido el pasado 27 de enero por el Consejo de Ministros.
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De esta manera, a partir del 1 de febrero los establecimientos que sirven comidas podrán permanecer abiertos hasta las 21.00, en lugar de tener que cerrar a las 18.00 como hasta ahora.
Pero mantendrá por el momento la norma de que los bares y otros establecimientos que sirvan principalmente bebidas alcohólicas tengan que cerrar sus puertas a las 18.00.
Mientras que la hostelería mantendrá el derecho a solicitar el pasaporte COVID-19 como condición para la admisión en el local, y es posible que a partir de mediados de febrero hacerlo les exima de restricciones en las horas de apertura
Otras medidas relativas a espacios considerados “de bajo riesgo, como museos y cines, dependen de las autoridades regionales y locales.
En cuanto a los viajeros procedentes del espacio Schengen, no tendrán que mostrar un certificado de vacunación o de recuperación ni una PCR negativa, como era preceptivo desde diciembre.
Por su parte, los viajeros que lleguen de terceros países sí que tendrán que cumplir ambos requisitos, aunque está previsto que estas condiciones, que no afectan a ciudadanos finlandeses o a residentes, sean eliminadas el próximo 14 de febrero.