La arquidiócesis de San Francisco (EE.UU.), en el estado de California, se declaró en bancarrota para poder afrontar las más de 500 demandas de abuso sexual infantil que han sido presentadas en su contra.
“La desafortunada realidad es que la arquidiócesis no tiene los medios financieros ni la capacidad práctica para litigar todos estos reclamos de abuso individualmente”, señaló el arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, en un comunicado.
Las numerosas denuncias formales en contra de sacerdotes y miembros de la arquidiócesis fueron presentadas el año pasado, gracias a una ley aprobada por la legislatura estatal que permitió traer a la luz casos de presunto abuso sin importar hace cuánto tiempo sucedieron.
Al declararse en bancarrota, detalló el comunicado, la arquidiócesis puede congelar todos los procesos legales en su contra hasta que desarrolle un plan de los activos que tiene disponibles para liquidar y abordar las demandas de los supervivientes de abuso
Con información de EFE