El expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) afirmó este jueves que si no hubiera girado la cabeza cuando le dispararon el pasado sábado en un mitin en Pensilvania estaría muerto: “La bala del asesino estuvo a un cuarto de pulgada de quitarme la vida”, dijo en su primer discurso tras lo sucedido.
“Si no hubiera movido la cabeza la bala del asesino habría entrado perfectamente y yo no estaría aquí esta noche, no estaríamos juntos”, apuntó el ya candidato a la presidencia estadounidense, en un emotivo relato sobre lo sucedido que, apuntó, no contará más porque es “muy doloroso” para él.
En su discurso, que cerró la Convención Nacional Republicana, estuvo muy presente Corey Comperatore, el bombero que falleció por los disparos de un joven de 20 años que fue abatido por las fuerzas del orden. Al escenario se sacó el uniforme de bombero que entregó la familia, con quienes habló por teléfono.
También habló con los familiares de los tres heridos en el intento de magnicidio, que ha sacudido a Estados Unidos.