En México, cerca de 12 millones de personas viven con diabetes mellitus, y aproximadamente 38.6% aún no cuenta con diagnóstico. Para 2045 se estima que la cifra aumente a 22.9 millones, para ocupar así el sexto lugar en el mundo.

David Lozano Rechy, director médico del Instituto de Oftalmología FAP Conde de Valenciana, señala lo anterior y explica a EL UNIVERSAL que los altos niveles de glucosa (azúcar) causan un daño irreversible en varios órganos y sistemas del cuerpo humano, donde los ojos resultan ser los más afectados.

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“Dicho tipo de deterioro ocular impacta en los capilares de la retina, que es la capa que reviste el fondo del ojo y que contiene las células encargadas de captar la imagen, esto se conoce como retinopatía diabética y representa 40 millones de casos entre la población en edad productiva a nivel mundial”, dice.

El especialista agrega que, en el marco del Día Mundial de la Visión, que se conmemoró ayer 14 de octubre, la Federación Mexicana de Diabetes y el Instituto de Oftalmología Fundación FAP Conde de Valenciana unen esfuerzos para crear concientización sobre la retinopatía diabética, una de las afecciones más frecuentes y la principal causa de ceguera en México y que suele afectar a ambos ojos.

“El principal factor que contribuye al desarrollo de la retinopatía diabética son los niveles de glucosa descontrolados por varios años, y si el paciente también tiene hipertensión, su aparición y su progresión es más rápida.

“En el caso de  mujeres con diabetes, tener un embarazo  puede ser  factor de riesgo para acelerar la aparición de esta afección”.

El especialista enfatiza que la retinopatía diabética puede desarrollarse aun sin tener ningún síntoma visual; sin embargo, conforme avanza, es posible presentar indicios como visión borrosa, que puede ser fluctuante, percibir áreas en blanco u oscuras en el campo visual, no ver bien por las noches, notar que los colores aparecen con poca intensidad y pérdida de la visión.

Al respecto, Josafat Camacho Arellano, presidente médico de la Federación Mexicana de Diabetes, comenta que la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 reportó un incremento en el número de mexicanos con diagnóstico de diabetes mellitus, al pasar de 6.4 millones a 8.6 millones; además, se estima que el doble vive con esta condición médica y no lo sabe.

En este sentido,  86.9% de las personas con diabetes cuenta con tratamiento de  control y 46.4% no prevé complicaciones.

“Las principales complicaciones crónicas de la diabetes son la retinopatía diabética, con 35%; la nefropatía diabética, 36%; la neuropatía diabética, 16%; las lesiones ulcerosas, 2%; las amputaciones, 1%; la visión disminuida,  54.5%;  el daño en la retina, 11.2%, y la pérdida de la vista, 9.9%”, precisa el experto.

Asimismo, destaca que el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno de la retinopatía diabética pueden prevenir el trastorno de la visión y la ceguera, pues mientras más tiempo se viva con diabetes en descontrol, mayor será el riesgo de presentar complicaciones en la vista.

“Bajo este contexto, un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado ayudan a prevenir la enfermedad o en su caso controlarla, lo cual se puede lograr mediante una visita oportuna al oftalmólogo y un examen oftalmológico completo, el cual incluye prueba de agudeza visual, examen del fondo de ojo y medición de la presión intraocular”, detalla. Con información de El Universal.